Hay días que son más significativos que otros, ya sabéis que para nosotros cuidar la naturaleza es fundamental, ya decía nuestro amigo el jefe Seatle " somos parte de la tierra".
Quiero aprovechar este día para
contaros algo, ¿Recordáis las bellotas que habíamos germinado en clase? Pues aquí están, ya son pequeños árboles.
Los estoy cuidando y guardando en casa, hay uno por cada uno de mis niños y mis niñas. Ese es mi regalo para finalizar estos tres añitos juntos. Ahora que no podemos vernos y no puedo cuidaros a vosotros, los cuido a ellos, para mí representan el futuro, vuestro futuro. ¿Qué regalo puede ser más importante qué un árbol?
Quiero para vosotros que podáis respirar aire limpio, qué disfrutéis de la libertad que ofrecen los espacios naturales y que seáis felices, muy felices. Este año no podremos plantarlos, pero os prometo que los plantaremos el próximo otoño.
Ahora os dejo dos enlaces, uno de un cuento precioso de un árbol y otro de un ejercicio de mindfulness inspirado en ese mismo cuento. Y es que además de ser imprescindibles para la vida, podemos aprender emocionalmente de la naturaleza.
No sé si lo habré hecho mejor o peor, supongo que dependiendo de cada momento, eso sí, lo he intentado con todas mis fuerzas. He regado con la intención de que creciera en vosotros el cariño, la seguridad, la mirada de empatía, la curiosidad, la creatividad, la alegría y la emoción.
Gracias por acompañarme con tanta energía.